Este año nos ha tocado dos acontecimientos que nos ha marcado como chilenos: el terremoto grado 8,8 y posterior tsunami, y el rescate de 33 mineros que quedaron atrapados en la Mina San José cercano a Copiapo, los cuales el día de hoy confirman su supervivencia después de 17 días.
En ambos casos, dejando de lado la gravedad y el impacto social y mundial, ha abarcado dos áreas en las que Chile tiene un prestigio mundial: Los Terremotos y la Minería. Dejando de lado las falencias encontradas en la construcción de los edificios que se desplomaron tanto en Concepción como en otros puntos afectados por este sismo y las negligencias de la mina en donde quedaron atrapados estos 33 mineros, Chile forma parte de las aulas universitarias del mundo respecto a la especialización de sus ingenieros en cuanto al manejo de edificios de altura por ser un país sísmico y de expertos en minería. En ambos casos han participado en seminarios con otros colegas a nivel mundial desarrollando herramientas, aplicaciones y nuevas normas para el desarrollo mundial de ambas disciplinas.
Somos un país fuerte, que ha sabido levantarse y seguir avanzando. Como alguna vez le comente a una persona muy querida, somos hijos del rigor y gracias a ello somos mas fuerte y tenemos la energía suficiente para salir adelante. Debemos seguir adelante como ciudadanos, ayudar a que el país sea muchísimo mejor y dar el 100% en lo que hacemos pues cuando vez como crece tu familia es una contribución para que Chile sea mucho mejor.
No puedo dejar de agradecer a todos los profesionales que han logrado mantener en pie a un país sísmico y aquellos que con sus conocimientos han desarrollado herramientas y conocimientos para que nuestros mineros sepan mucho mas que usar una picota y escarbar la tierra. Tenemos mano de obra avanzada y gente que dispone de maquinarias y tecnología con el que, cada día, hacer que nuestras construcciones sean mas seguras y tener minas optimas para su trabajo.